En casa de Arturo Madera, en el despacho de su padre, leyendo una revista “Enol” de la primera época, había un número con un artículo que me llamaba poderosamente la atención: Subir todas las cumbres de más de 2.600 metros de los Urrieles, los que firmaban el artículo lo habían realizado en una semana. Siempre que iba a su casa leía dicha revista, hasta que me la regalaron, ya que la tenían repetida. En mi casa, de vez en cuando le echaba un vistazo y seguía con la fijación, imaginando subir todas esas cumbres. Teníamos trece años. La revista la volví a buscar pero no la encuentro por ningún lado en casa de mi madre, la idea me quedó siempre en la cabeza.
Hace años le comenté el proyecto a mi amigo Miguel, quedó aparcado y se dieron prioridad a otros, de más de escalar. Después supe la realización del mismo por Jorge y Jaime, por Rafa en distintas ocasiones y con distintos compañeros…y más gente apasionada por Los Picos.
Este año, 27 años después de haber leído dicho artículo, se desempolvaba el proyecto. Lo queríamos intentar Damián y yo. De la siguiente manera:
- Salir de Langreo, hacer la actividad, volver a Langreo. Tiempo estimado 24h.
- Ser autónomos, sin depósitos ni avituallamientos externos.
- Descubrir por nosotros mismos algunos pasajes que no controlamos, sin asesoramiento de quien ya lo habían realizado.
- Que el circuito fuese circular, saliendo y llegando al mismo punto. Las invernales del Texu.
- Realizarlo dentro de un margen aceptable de seguridad.
Material que transportamos:
- Material de escalada personal (arnés, cintas, cuatro expres, dos allien, dos empotradores, descensor y mosquetón).
- 2 cuerdas de 30m.
- 3l de líquido cada uno.
- Barritas.
- Dos boles de medio litro de capacidad con arroz.
- Dos frontales.
- Cuatro bastones.
- Dos cámaras y teléfonos.
Ropa y calzado:
- Zapatillas Five Ten
- Pantalón largo
- Dos camisetas térmicas, una larga y otra corta.
- Forro fino.
- Corta vientos
- Gorro.
Esta fue la actividad:
2:30. Salida de Langreo. Arriondas-Cangas-Arenas-Tielve-Invernales del Texu.
Preparar el material, hidratarnos, salimos a las 4:30 dirección Puertos de Áliva, Vueltona y en el desvío para el Collado de La Canalona dejamos las mochilas, subimos al collado y nos dirigimos a la primera cumbre, Peña Vieja. En la cumbre, las primeras luces del día. Bajamos rápido y nos vamos hasta Santa Ana, segunda cumbre. Bajamos al Collado Santa Ana y trepamos hasta la cumbre de la tercera, Tiros Navarro. Destrepamos más a la derecha de por donde subimos ya que subimos demasiado recto y en la zona superior estaba bastante vertical y roto, tras llegar a la base volvemos al Collado de La Canalona y bajamos hasta las mochilas. Allí paramos un cuarto de hora para desayunar.
Seguimos y subimos a Cabaña Verónica, pasamos por detrás del marciano refugio, cruzamos los Hoyos Sengros y subimos la cuarta cumbre, Torre Blanca.
En su cumbre, nos preparamos para la arista, unos metros con patiazo para ambas vertientes, un rápel, una trepada por zona super descompuesta sin encordarnos y llegamos a la quinta y aérea cumbre, Torre sin Nombre.
En su misma cumbre tinglado de rápel, otra trepada descompuesta, una zona de arista y una trepada, esta sí que nos encordamos y llegamos a Tiro Tirso, sexta cumbre.
Recogemos todo el material de escalada, todo a la mochila y destrepamos Tiro Tirso hasta que llegamos a la base del Llambrión, al lado de un nevero dejamos las mochilas, trepamos hasta llegar a su cumbre, séptima cumbre.
Desde aquí un paseo hasta la Torre de Casiano de Prado, octava cumbre. Vuelta por nuestros pasos anteriores y llegamos otra vez hasta donde dejamos las mochilas. Las subimos hasta Tiro Callejo, allí las volvemos a dejar para subir la novena y décima cumbre, Torre de Las Llastrias y Torre del Hoyo Grande.
Recogemos las mochilas y nos bajamos al Hoyo del Llambrión, una pesada bajada para una pesada subida que nos permite hacer cumbre en al Torre de La Palanca, undécima cumbre. (Aquí me entero al día siguiente por Rafa Escandón que desde la torre del Hoyo Grande hay una arista no muy compleja para llegar a La Palanca, evitando 1.000m de desnivel que nos chupamos).
Cerca de la cumbre de la Palanca paramos otros veinte minutos, comemos, hidratamos y nos bajamos al Hoyo Grande, es un paraje único, impresionante, te sientes insignificante ante la enormidad pétrea. Vamos atentos porque sabemos de un paso entre la Bermeja y Torre de Cerredo que nos haría ahorrar una hora, vamos fijándonos para localizarlo, intentar visionar su trazado, mas o menos lo interpretamos pero no nos decidimos, un error aquí nos puede jugar una mala pasada, las horas están pasando, los días ya son cortos, muy cortos.Nos subimos hasta la Horcada de Caín.
Giramos a la izquierda, subimos a la Horcada de Don Carlos, atravesamos por debajo de la Torre del Oso y de Coello intentando no perder altura, nuestras piernas ya van cansadas y la precisión en la pisada ya no es la misma, vamos tirando piedras y bloques que bajan como misiles a la base del Jou.
Llegamos a la base de la Torre de la Bermeja, una rápida trepada y llegamos a la doceava cumbre.
Bajamos rápidamente y en diagonal llegamos a la base del Torre de Cerredo, la queríamos dejar para el final, subimos, llegamos a la cumbre, lo conseguimos, son las siete de la tarde en punto. Momento emocionante, único, queda para siempre y nosotros. Este año compartimos tres veces esta cumbre, siempre en actividades que vamos a recordar. Es la misma cumbre, el mismo paisaje pero en la cabeza tengo la reflexión de Heráclito “el río es por excelencia la figura interrogativa de la identidad, con la eterna pregunta si podemos o no bañarnos dos veces en sus aguas”
Bajamos, nos coge la noche cuando llegamos a la Horcada La Arenera, pasamos por Urriellu donde comemos lo que nos queda, Pandébano y la pista que nos mata hasta llegar de nuevo a las Invernales del Texu.
Nos sentimos bien, agotados pero contentos de la actividad, colocamos el material, nos aseamos un poco, cambiarnos de ropa, hidratarse y vuelta en furgo para Langreo, por el camino nos paramos a tomar unas coca colas y seguimos. A las 2 de la mañana estamos en casa. No han pasado 24 horas y hemos estado en una cantidad de sitios, que parece que estamos en un sueño. Veintisiete años esperando la ocasión, para hacerlo en menos de 24 horas. Y en esas 24 horas, qué cantidad de recuerdos de 27 años.
Ayer, mientras escalaba en Poo, entre pegue y pegue leía a Magris e identifiqué lo ocurrido en esta actividad con su siguiente reflexión:
“No existe un único tren del tiempo, que lleva en una única dirección a una velocidad constante; de vez en cuando se encuentra con otro tren, que procede del lado opuesto, del pasado, y durante un cierto trecho ese pasado corre junto a nosotros, está a nuestro lado, en nuestro presente. Las unidades de tiempo son misteriosas, difícilmente mesurables.”
Nos prestó la hostia.
Nos prestó la hostia.
3 comentarios:
Madreee, vaya sobrada. Nunca viera una actividá tan potente y esixente a la vegada.
Tais mui, mui fuertes.
Norabona pol Proyeutu
Grandes! Muy buena actividad,
un saludo
Gracias Berto Xuan y Diego. Sí, la verdad es que Damián mide más de 1,90, yo algo más de 1,80, un poco altos sí somos, por lo demás, bien normalinos físicamente aunque un poco "necios". Un abrazo.
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