En Peña Vieja, con las primeras luces del día, una temperatura cálida a pesar de ser octubre, esta vez la meteorología nos quería ser favorables, todo dependería de nosotros.
Los trayectos sin mochila, hay que sacarles provecho y correr a buen ritmo para acortar distancias y tiempos.
Subiendo a Tiro Navarro, para atajar subimos prácticamente rectos.
Subiendo a Torre Blanca, las mochilas aún van con peso, material, ropa, comida y mucha bebida ya que el pronóstico de temperatura era alto para ese día.
En la arista Torre Blanca-Tiro Tirso, mucho patio hacia ambas vertientes, la arista bastante buena roca, sin embargo las zonas de trepada y escalada, la calidad de la roca es mediocre.
En el recorrido, hicimos un par de rápeles, de instalaciones un poco cutres.
En esta zona, es donde se encuentra el terreno más técnico. Roca no de mucha calidad y bastante patio.
Tras destrepar el Tiro Tirso, nos dirigimos al Llambrión. Las mochilas se quedan abajo ya que volveremos a por ellas para irnos hacia Las Llastrias.
En la Torre Casiano de Prado, detrás el Llambrión con cuatro personas en su cumbre, solo nos encontramos con seis personas en todo el recorrido, hasta llegar a Vega Urriellu.
En las Llastrias, con la arista Torre Blanca-Tiro Tirso en la espalda. Los dedos de mis manos más que nueve cumbres marcan 27 años escalando.Tras bajar al Hoyo del Llambrión y subir a Torre de la Palanca, bajamos rápidos hacia el Hoyo Grande.
Subiendo a la última cumbre de nuestro recorrido. La Torre Cerréu.
Emocionante, llegar a su cumbre, total visibilidad. Empezar el recorrido por las cumbres con las primeras luces, terminar con las últimas, es una sensación muy buena. Una jornada completa.
Arriba, el grupo de cumbres del sector de Peña Vieja, abajo el grupo de cumbres del sector del Llambrión.
Todas las fotos de este post, fueron sacadas por Damián, super sobrado en toda la actividad, las cosas como son.
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