martes, enero 26, 2010

Levantarse,correr, desayunar, currar, entrenar, cenar, pa la cama.



De vuelta a la normalidad, a la cruel realidad. Coche "pa talleres", después de un golpín de nada, los hijos de puta del seguro, aun estando a todo riesgo pues, que pasan de todo, que siniestro total, lo dicho unos hijos de puta y mientras tanto...llegan correos de colegas que si en el Chorro, que si Todra, que si... Caguentodo.

Hace unos años, en una boda, después de unas copas, conocí a un elemento, muy elemento. El hermano de la novia. Hoy en día, y ya de aquella, trabajaba en control marítimo (no voy a decir más por la protección de datos). Era y es manino de profesión y le entraba depresión cuando desde control solicitaban entrada al puerto y decían el lugar de origen: Cabo Verde, Punta Arenas... y el me comentaba. ¿Tu sabes lo que me produce cuando el capitán me dice de donde viene? Dios que mujeres en ese sitio, Dios que hembras en el otro, Dios que farras en ese otro puerto...lo pasaba muy mal porque había estado en todos esos sitios armándolas y quería volver allí a toda costa...pero sus obligaciones laborales y familiares los había atado a tierra firme. De todas las formas su corazón y quizás también su cabeza, siempre estaba en otros puertos. Me comentaba que había días que no lo podía soportar, que se hundía en tierra firme.

Yo, hay días, que cuando me llegan determinados correos pienso lo mismo. Si estoy centrado en el trabajo, en entrenar, en tu rutina... en tu vida, no pasa nada. Pero cuando tienes un día en que la sociedad se ríe de tí a la cara (lease hijo de puta del seguro) y te llega un correo en plan, llevamos 6 meses escalando en Andalucía y Marruecos, este año no nos vimos, nos volvemos para casa, hay que currar un poquito,  un saludo. Me digo a mí mismo, soy un pringuis, pero pringuis de verdad. Hay que joderse.


De todas las formas, no confundamos la frivolidad de las lineas anteriores, vivimos como Dios, no nos podemos quejar. Somos unos afortunados, lees los periódicos y se le caen a uno las pistolas. Nos quejamos de y por "viciu"...pero el del seguro "ye un hijo puta".

Fotos: Cabo de gata.

jueves, enero 21, 2010

De vuelta de tomar un poco el sol

Ya nos volvimos de unos días de vacaciones, salimos con el viernes de la nevada (casi no salimos) y en nueve días pues 3.000km, la consigna, la de siempre, donde haga sol. Al final solo hacía sol (y casi ni eso) en Gandía y Monsul. Por el medio también lo intentamos en Mula-Murcia, pero la pared tenía hielo de arriba-abajo, increible.

Casi nadie escalando, salvo los checos, como siempre, y el último día apareció David (en la foto) para animar un poco el viaje y volver a recordar los vocablos propios de los escaladores de la cuenca. El todavía estará por el Sur, que suerte David.

Lo más destacado, pues nada, tranquilidad absoluta, por la mañana correr, en Cabo de Gata esto es una pasada...pistas por todos los lados y algunas de ellas con desnivel potente, en Gandía solo se salva la playa, después de la carrerina matinal pues desayunar, lectura, ir a escalar (jornada laboral), lectura, cervezas, cena, cervezas...

En Gandía casi todo escalable, aún con chorreras y furacos algo mojados, pero escalable, y en Monsul ok. Al fin pude encadenar la trave de Monsul ida y vuelta, los locals le dan 7c+, más de 100 movimientos de manos.



Ojo con las pernoctas en Cabo de Gata, me pilló la guardería y no se yo si llegará recadito a casa...

Y a la vuelta, el domingo como estaba todo mojado...pues a correr hasta Brañagallones. Reventao.

lunes, enero 04, 2010

Reflexiones sobre el viaje, el movimiento y la escalada.


"El origen de la existencia es el movimiento. Esto significa que la inmovilidad no puede darse en la existencia, pues, de ser ésta inmóvil, regresaría a su origen: la Nada. Por esta razón, el viaje no tiene fin, tanto en el mundo superior como en el mundo inferior" Estas palabras figuran en el Kitab al-isfar, El Libro de la revelación y los Efectos del Viaje, un extenso relato de viajes del sabio árabe del siglo XII Ibn Arabi. Es un tratado de carácter místico, de honda religiosidad, en el que todo - Dios, el universo, el alma- se enmarca en el signo del movimiento, un movimiento que se designa a lo largo de todo el libro con el nombre de viaje.

Este sabio árabe seguramente no escalase, sino seguro que hubiese sumado a sus viajes, la escalada, o a la escalada sus viajes, no me cabe la mas mínima duda. Porque para Ibn Arabi lo que buscaba con sus viajes es conocerse a uno mismo, y esto lo permite también el escalar, el acto, no la revista. Como acto individual en el que a través del movimiento, el éxito o fracaso personal te ayuda a conocerte a tí mismo, tus posibilidades, tus fallos,...

A esta reflexión llegué este finde, de lecturas y escaladas, cuatro días escalando en el que como las ruedas de oración tibetanas: el movimiento se adelanta al pensamiento. Y este movimiento (escalando) me ha permitido llegar a la siguiente meditación, o como coño quieras llamarlo:

Quien viaja y escala continuamente nunca para en el mismo sitio -visto desde la propia perspectiva- y, por lo tanto, siempre está ausente -desde la perspectiva de los demás, de los amigos, conocidos...-. Y es que, para tí mismo, estás en enfecto "en otro sitio", es decir, no estás, aunque en realidad sí estás, es decir, estás en ti mismo. Este razonamiento puede parecer una simpleza, pero es que tardé un tiempo en comprender que es así.

Con lo cual este año, escalar a tope, viajar lo que se pueda para estar bien y encontrarse con uno mismo y ...las meditaciones con cervezas y compañía...porque algo siempre hay que compartir ¿no?