Espero unos minutos en la cumbre, espero el espectáculo, el comienzo de la jornada, empieza el día, la vida.
Miro alrededor, desde la cumbre del Remelende se ve todo el recorrido de lo que me espera en la jornada:
Lo primero, dirigirme al Picu LagoPosteriormente a los Mampodres (arriba). Y terminar en Peña Ten y Pileñes
Última foto en la cumbre, y ya con el calor del sol, bajo todo lo deprisa que puedo hasta el Puerto de Señales. Sigo corriendo hasta por encima del pinar y nada más coger la arista sigo caminando rápido entre los bloques, en ocasiones traicioneros, hasta llegar a la cumbre del Picu Lago, son las 8:00h.
Unas fotos mientras hidrato, y me voy motivando mirando lo que queda, primero para la imagen de abajo, uno de mis rincones favoritos de la Cordillera.
Para posteriormente dirigirme a las atalayas en forma de V que separan el valle de Riaño con Picos.
Bajo dirección a la collada de Tronisco, voy rápido, recuerdo el recorrido del pasado año e intento evitar zonas de cotolla que el pasado año nos rompieron el ritmo a Damián y a mí en un intento frustrado por tormentas.
Decido subir Peñas Rubias y seguir toda su arista, el recorrido es un sube y baja constante pero evito zonas de cotollas incómodas, que te rompen el ritmo y la paciencia.
En esta zona, aún se conservan en pie los parapetos utilizados en la Guerra Civil.
Collada Maraña, Cascajo Negro, Collada y cumbre de La Polinosa, son las 10h.
De aquí, me dirijo hacia la cumbre de la foto superior, a La Cruz.
Una vez en la Cruz, me dirijo hacia El Convento, antes una foto a La Polinosa y su imponente cara Norte.
Y otra foto para ver lo que me queda del Mampodre.
Desde la cumbre del Valcerrao, hay que descender hacia la vertiente opuesta por donde he subido, prestando atención con no tropezar ni resbalar para no caer, algún destrepe utilizando las manos y llegar a collada, franquearla por la derecha y trepar un pequeño muro para situarse en la arista de la Peña del Mediodía.
En estas fotos se puede ver las cumbres de La Cruz y El Covento en al superior. En la inferior, la cara por la que se baja del Valcerrao hacia la collada que la separa del Mediodía.
Desde el Mediodía, me dirijo al Valjarto
Desciendo por su derecha, mirando al valle, dirección a Maraña. Bajando cojo una canal pedrero de unos cien metros, me tiro para abajo por piedra fina, cuando estoy llegando a su final intento parar antes de llegar a unas piedra más grandes, como otras veces, salto contra las piedras para que con el movimiento ellas se muevan un poco y yo frene. Nada se mueve, si yo por los aires, un par de vueltas y paro. Me duele todo el cuerpo, con suerte la cabeza no ha pegado con nada, la espalda la ha protegido la pequeña mochila, pero el culo y las piernas se llevan lo peor, sangro por la tibia y la rodilla de ambas piernas. Una de las heridas me acojona un poco, sigo para abajo, ahora ya tranquilín hasta el circo. Me ha prestado hacer esta parte del recorrido en soledad absoluta, disfrutando de una montaña vacía, solo interrumpida por el vuelo de los buitres, las escapadas de los venaos y rebecos y el pasto de los caballos, vacas y toros.
Bajo hasta Maraña por la pista, allí me está esperando Marco, que me acompañará en la parte final del recorrido. Son las 12.30h. Lavar la herida, hidratarse, comer algo y listos para partir.
Le comento a Marco que mejor llevar la furgo hasta La Uña, no me apetece "un pijo" correr los 5km que separan Maraña de La Uña por la carretera. Hacemos un A0.
A las 13h salimos corriendo por la pista que se dirige hacia Valdosín. Posteriormente nos dirigimos a Peña Ten. A las 14.35h estamos en su cumbre.
Descendemos, a saco, hacia la Collada de Las Arriondas, y desde allí ascendemos el Pileñes, última cumbre del circuito. Son las 15.30h.
Ya tranquilamente descendemos por el Valle de la Castellana, Valdesín y La Uña. En la foto, bajando del Pileñes, al fondo, el Manpodre a la izquierda, a la derecha Picu Lago.
Una muy buena jornada de alpine-running.
2 comentarios:
Tremendo recorrido, espectaculares montañas, preciosas fotos. Estás como un jabalí...
Un saludo
La verdad es que ese rincón de la Cordillera, aun siendo muy accesible, es precioso, y bastante salvaje.Y no solo por las montañas, sino también por la fauna que habita en ellas. Jabalíes a punta pala...
Saludos Diego.¡Este año hay que preparar una!
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