Otro finde en Cabrales, en donde pasamos de una primavera adelantada al crudo invierno de un día para otro. El sábado hubo que currar por la mañana y llegamos a Poo al medio día, allí se encontraban los amigos y currantes de Poo, Fran y Rober. Currantes en todos los sentidos porque se lo han trabajado de verdad, han puesto su tiempo, han puesto su dinero, han buscado también financiación y...han comenzado el equipamiento de un nuevo muro con vías sexto grado y unos 35 metros. No me puedo olvidar de los otros currantes: Marco, Salvi, Paco, Unai, Matias y Javier L.
Tras finalizar la jornada de escalada, nos fuimos a comentar las jugadas al Cares, ya nos ven entrar y empiezan a sacar cervezas a la barra, que bueno.
El domingo tocó calzarse las zapatillas, imposible escalar, por lo tanto nos fuimos a correr al Cares. Dos horitas para el recorrido Poncebos-Caín, ida y vuelta. Qué privilegio poder elegir lo que se quiere hacer en un marco incomparable y en un radio tan pequeño de km.
Esta mañana, Frida nada más levantarse me miró de reojo como diciéndome, no saldremos a correr esta mañana, ¿verdad?. Ayer corriendo la miraba y pensaba ¿será feliz? Yo creo que sí, pero pilla unos revientes...que no se yo. ¿Perra vida?.
