martes, agosto 12, 2008

Bloque, escaladas, trabajo y otras curiosidades






















Hace unos días que no escribo nada en el blog, se acumula trabajo, escaladas y demás... y claro no hay tiempo para todo.

Ayer estaba mirando el blog de Josune y es curioso como hay lugares en los que hay un cierto magnetismo, no sabes muy bien el motivo pero cuando lees que otras personas sienten lo mismo que tú, pues te dices "coño, vaya casualidad".

El lugar no es grande, tampoco los bloques son la reostia, pero el lugar (aun estando la carretera muy cerca) es un espacio de alta montaña. Estoy hablando de Pont de Camps que está en la falda del Midi de Ossau en la vertiente francesa entre Pourtalet y Gabas (un día contaré una movida escalando con mi amigo Mario en esa pared hace ya unos años), cuelgo unas fotos de una sesión de bloque en este mes de julio con el amigo Jean Paul, se trata de la travesía del bloque 15, unos diecisiete movimientos de travesía que van por placa, desplome-techo y salida en adherencia cabrona.










Me paso a hora a Ventosa en el Parque Nacional de Agües Tortes, hace unas semanas estábamos buscando una ruta para calentar. La guía marcaba un 6b de canto y yo solo veía una placa super lisa y...joder menudos distanciados, cuando veo la pedrera y me doy cuenta que había unos bloques con parabolts y chapas. Mecaguentodo, si hubo un desprendimiento en la pared, tan buenos eran los cantos de los bloques que... (ver la gracia en del párabolt ampliando la foto de la pedrera)

La semana pasada, otra excelente sensación, tengo que subir a unas personas a Urriellu, lo vamos a a realizar en el día, se que están muy bien físicamente ya que son montañeros con años de experiencia, salimos de Langreo a las 5 de la mañana, a las 8 empezamos a caminar, hay niebla hasta que llegamos a la base de la cara sur, impresionamente, fue llegar y se abre el día, hay cinco cordadas delante de nosotros, esperamos un poco, subimos, vamos muy rápido, unos listos nos tiran un bloque de la canal final a unos cincuenta metros de donde nos encontramos, rebota a dos metros delante de mí, uff, me meto contra la pared y me roza la espalda, pensé que me había fracturado la clavícula, por suerte solo es un rasguño, llegamos a la cumbre, la visión es espectacular, estamos sobre un mar de nubes, estamos en las nubes, rapelamos por la instalación de la izquierda para evitar las aglomeraciones llegamos a la base. Los abrazos se suceden, Anselmo se emociona, pensaba que nunca lograría cumplir su sueño de estar en esta cumbre... es una suerte compartir estos momentos.
Comemos algo contemplando el picu, ordenamos el material y para abajo, en la Celada vuelve otra vez la niebla y con ella llegamos hasta la furgoneta, a las ocho de la tarde, 12 horas non stop de actividad, doce hora de viaje entre las nubes.