En los Picos de Europa, en el
corazón de los Urrieles.
Paso a paso, trepando,
destrepando y rapelando. Uniendo el Pico de Los Cabrones con la Torre Cerredo.
Un filo aéreo, espectacular.
Territorio ignoto, hasta que fue recorrido por los hermanos Andrés y José María
Regil, a mediados del siglo pasado.
Cuando estás en la cumbre de la Torre Cerredo , con
las primeras luces del día, y ves cómo la arista se tiñe de tonos anaranjados
mientras que a tu alrededor todo es gris… cinco minutos mágicos. Todo es insignificante,
nada importa más que estar allí. La energía del amanecer. Comienza el día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario