Escalar en algunas zonas del Mediterráneo, en invierno, siempre me ha gustado, no solo por la calidez del clima y la calidad de la roca, sino también por la "fauna" que recorre dichas zonas en esas fechas.
Me llama la atención determinadas personas que disfrutan de las diferentes zonas de escalada y hacen multitud de kilómetros, todos los años, para buscar el solecito y la buena roca. Como místicos nihilistas, no sabes cómo se las pueden arreglar para vivir así, año tras año. Conozco a unos cuantos y los he visto en repetidas ocasiones, con algunos he compartido cuerda y conversación y puedo garantizar lo mucho que se puede aprender de ellos...
Llegabas al sector y al ver determinadas furgonetas ya sabías que allí estaban...ya sabías lo que te encontrarías, y esa sensación siempre es buena.
Este invierno lo primero que me ha llamado la atención es la flota renovada de muchos visitantes de otros países, parece que les va mejor que hace años, todo lo contrario a las flotas de los visitantes nacionales y a los escaladores locales cuyas matrículas dejan ver que son de hace años... Pero lo que hoy quiero contar es otro asunto.
Día 2 de enero, llegamos al sector a media mañana, ya hay personas escalando, nada más llegar un gran vuelo de un noruego, su chica lo bloquea con brusquedad y aterriza con su fémur en una chorrera saliente de grandes dimensiones. El tío queda pálido, dice algo en su idioma y lo baja al suelo, no puede apoyar la pierna, su cara es un poema... Por suerte está en el sector Jesús, médico anestesista y escalador local. Lo examina, le administra pastilleo, inmoviliza la fractura... El compañero de Jesús le recupera las cintas y como la fractura no es abierta el tema no es demasiado "escandaloso".
¿Y ahora qué? El vikingo dice que de llamar a rescatadores nada de nada ( parece que se sabe la lección de su país), Jesús experto en materia comenta que mejor bajarlo entre unos cuantos los 500m de recorrido hasta el coche que esperar a una ambulancia, camilla...que el tema se puede prolongar en tiempo, vamos, es lo que quiere decir
El sector y aledaños está lleno de alemanes, ingleses, americanos...sobre todo alemanes. Se dan cuenta de la situación, pero parece que la peña pasa...
En el sector tres cordadas nacionales, Jesús y su compañero, Dani de Salamanca con su mujer e hijo y Canto y yo. Parece que nadie más se apunta a bajarlo. Terreno escarpado, en cuesta, el camino solo deja ir de uno en uno. Nos vamos turnando para bajarlo a caballo, un tío de 1,90 y unos 80kg. Cruzamos un par de sectores petados de guiris, lo ven, algunos miran para otro lado, otros se hacen los suecos (entre ellos un guía de montaña con su pegatina en el forro bien indicativa)... El vikingo es duro como una piedra, los tramos que no podemos bajarlo a caballo lo hace el propio de triceps y nosotros le sujetamos las piernas (como un carretillo). Llegamos al coche que conduce su chica y nos despedimos. Volvemos a subir y seguimos con nuestras escaladas, pero con la espalda un poco más calentita y las piernas de igual forma.
Reflexiono mientras que subo sobre el comportamiento de toda la gente de allí arriba (del sector) y su educación. Llegas al sector, todo son sonrisas, buenos días, todo buen rollito, me permites un intento, que duro el pasito...hay un accidentado que no es de su nacionalidad y...
Y lo relaciono, a todos nos amargan con los rollos de PISA y toda esa movida, pero PISA solo evalúa la competencia lectora, la lógica/matemática y ciencias naturales...quizás les falta la más importante, el humanismo.
También lo relaciono con lo economía, la política, de quién dependemos y cómo.
Los del Sur cada vez dependemos más de los del centro, sin olvidar que quien nos gobierna y los gobierna los elije el propio pueblo, con elecciones transparentes y demás.
Y viendo comportamientos como los vividos, relaciono y no me extraña que quien empezó un conflicto hace justo ahora un siglo, unas décadas más tarde otro, y en la actualidad otro, aun no habiendo armas por el medio.
Lo fácil, antes como ahora. es justificarse como que el que empezó era un loco o loca o un desalmado o desalmada...o a lo mejor tanto antes como ahora, lo que se le da muy bien a ese pueblo es y era mirar para otro lado. Y no nos olvidemos que antes como ahora, lo ha elegido el pueblo, a los que parece que les gusta hacerse los locos cuando se jode el vecino.
En el mes de diciembre me leí un libro en el que cada página me hacía reír ( risa totalmente irónica) al que le pueda interesar el tema:
Ha vuelto, de Timur Vermes. Desfase total.
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