Se terminan los cálidos días del verano, las mañanas ya son frías en Picos, hay días que demasiado.
Seguimos subiendo en busca del oro, sin embargo hay días, muchos, que no llegas a la meta, y otros, ni a la linea de salida.
En ocasiones el viento, otras la lluvia, uno que no tiene el día...el catálogo es abundante y variado.
Es entonces cuando te vas a dar una vuelta, te sientas, miras y piensas. Y vuelves. Porque lo auténtico está arriba. Tu mundo de roca, de alegrías y miedos.
El tiempo cambia, el viento cesa. Es tarde para intentarlo, de vuelta para casa
Solo estar allí es suficiente. Mundo lunático a dos horas de casa en coche y a menos de dos horas caminando. Un mundo de ida y vuelta.
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