Ayer, fue festividad en Oviedo, martes de Campo, por lo tanto no me tocó currar en la oficina. Y aproveché para ir a escalar al Picu. Un paseo de 10 horas de ida y vuelta. Soledad total en la montaña. En la Celada me encontré con Nico y sus colegas que estaban preparando la travesera de Picos. Por la tarde ya había más senderistas para arriba y para abajo. Un fantástico día en la montaña.
Vuelta para casa, que hoy hay que currar.
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