En el puerto, aunque con mucho viento, no llovía demasiado. Canto va caminando con Wamba y yo solo, empiezo mi recorrido, un placer para los sentidos.
Hace un año justo, realizamos Andrés y yo el recorrido completo, corriendo, del Camín Real de la Mesa, un recorrido de 42km entre Torrestío a Dolia.
Hace un año, nos dimos cuenta como las brañas por las que pasan el "Camín Real", están bastante bien conservadas. Pero cuando nos desviamos del recorrido original para pasar por unas brañas, que están unos cien metros por debajo del "Camín", la realidad era otra totalmente distinta. Recorrimos un par de ellas cuyo panorama era desolador.
Al recorrer de nuevo este territorio, e ir solo, te da tiempo a pensar en tus cosas... Algunas de las reflexiones fueron estas:
- Si los teitos fuesen construcciones religiosas, ¿estarían en el mismo estado de abandono?
- El tema de la memoria histórica ¿Desde que año es? Antes de la guerra civil, ¿no había memoria?
- Porqué tanto museo artificial, si lo real, se deja a la deriva, que muera.
- ¿Cuantos profesores y profesoras de primaria y secundaria llevarían a su alumnado a visitar espacios como este? ¿Serviría al alumnado la experiencia vivida, y no virtual, para educar de forma conveniente a las personas que en el futuro nos gobernarán?
Hace unas semanas, el Ayuntamiento de Somiedo, hizo un llamamiento a otras instituciones para solicitar fondos para rehabilitar las principales brañas. Las demás, es de suponer que ya se dan por perdidas.
Con Andrés, en uno de los teitos que están a punto de "caerse". |
Tras el recorrido, parece que está despejando en el centro de Asturias. Cambiamos de aires y nos vamos a trepar al Gamoniteiro.
Un buen libro, de Somiedo, en el que se analiza el territorio con ojos de un montañero, el de Víctor Martín Álvarez "Orbayu".
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