Vida hay una, eso lo sabemos ¿todos?, y yo, fiel a la filosofía de Calamaro, me considero un loco que se dio cuenta que el tiempo es muy poco.
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Y en ese poco tiempo, en mi ociosidad, que no tiempo libre, me gusta leer. En este último trimestre cinco títulos, dos de ellos de alpinismo/escalada, uno de historia y otros dos, sobre la vida.
Dos libros de temática alpina, bien distintos en cuanto al lugar y el tiempo en el que transcurre, también distintos en conceptos, visión y misión de objetivos.
Uno de ellos, la historia de la expedición Británica en al conquista del Everest en el año 1953. Un grupo de personas durante dos años, trabaja en el objetivo de lograr la codiciada cima.
En el otro, Alexander Huber, nos presenta la historia del solo integral, sus propia vivencias, así como las de los mejores especialistas.
Echo de menos algún protagonista, como Carlos Suárez. Desmond Tutu en Patones y Cazaprimeras en Cuenca, dos vías realizadas por Carlos en solo integral y que conozco de primera mano, son de un compromiso en donde un error en la zona de no retorno lo pagas muy caro.
Dos libros, dos formas de ver la montaña, la vida. Aún habiendo personajes que fueron contemporáneos a los Hunt, Hillary, Evans, Lowe…como Herman Buhl (este si fuera británico o de su imperio y no alemán, no cabe la menor duda que hubiera participado en la expedición), de los primeros a este último hay una diferencia de conceptos como del blanco al negro.
En el primer libro, entre los protagonistas existe una jerarquía; la organización, participación y mecenazgo institucional es principal. También las consecuencias del éxito, al menos en el trato, dos “Sir”.
En el segundo libro, prima la individualidad, la espiritualidad, el logro personal, en donde todo lo demás queda en un segundo plano.
Ambas lecturas, además, exponen comportamientos sociales bien distintos. En el primero, en pleno auge de la industrialización, prima el trabajo en equipo, así como de mano de obra no cualificada a muy bajo coste, para el logro del éxito de unos pocos. La cima es la meta. A cualquier precio.
En el segundo, lo que prima es la elección personal en la toma de decisiones, cuyos actos, acertados o no, determinan la culminación de la actividad o el fracaso.
¿Y las “historias” sobre esto?
En la época en donde transcurre la historia del primer libro, grandes empresas son el presente y futuro, en donde los estados e instituciones educan y transmiten la idoneidad de tener una formación y unos comportamientos adecuados a sus necesidades productivas.
Sin embargo, hoy en día, algunos gobiernos de dichos estados, nos comunican como mantras su “maná”, quiero decir, después de expoliar los recursos naturales y financieros, después que las grandes empresas cierran las puertas a los jóvenes y menos jóvenes de la sociedad, los gurús del ayer, de la gran empresa, nos ofrecen como solución, el autoempleo. Es decir, que volvamos a lo de toda la vida, antes de que se creasen las megaestructuras productivas.
Alberto, se te va la olla, ¿Qué fumaste? No fumo nada.
Imaginaros que ahora nos prohíben escalar, por ejemplo por nidificación, después de tener todos los muros de roca equipados, rocódromos en todos los municipios, es decir, está todo cristo enganchado a escalar, sin embargo, sí lo permiten si vas en solo integral. ¿Qué pasaría?
Pues lo mismo pasa con el tema del autoempleo, no lo puede realizar todo el mundo, se necesita, además de “más huevos que un burro”, un periodo de formación, un periodo en el que la sociedad interiorice dicha opción, un proceso de autoreflexión que permita decidir por tu cuenta, que la toma de la decisión sea tuya.
Por eso, y finalizo, que lejos de los demás estaban y están Paul PreuB, Comici, Herman Buhl, Long, Bachar, Gullich,…y demás. Cuando eligieron el camino del solo, cuando la mayoría lo rechazaba y lo sigue rechazando.
Solo una cosa más, os recomiendo el documental “Inside job”. Entrenareis una semana con un plus de rabia extra.
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