La
pasada semana cerré un círculo, una etapa en mi vida. Durante cinco años trabajé con colectivos de Educación Especial e Integración. Ha sido una experiencia increible que se cerró la pasada semana con una comida entre las personas implicadas en una publicación en que quedó plasmado el trabajo y metodología en el proyecto que diseñé y coordiné desde Valnalón. El proyecto se llama: Una Empresa en mi Centro.
pasada semana cerré un círculo, una etapa en mi vida. Durante cinco años trabajé con colectivos de Educación Especial e Integración. Ha sido una experiencia increible que se cerró la pasada semana con una comida entre las personas implicadas en una publicación en que quedó plasmado el trabajo y metodología en el proyecto que diseñé y coordiné desde Valnalón. El proyecto se llama: Una Empresa en mi Centro.La experiencia comenzó en el año 2003, el centro de Latores quería trabajar con su alumnado determinados contenidos para el desarrollo de las capacidades personales, se pusieron en contacto con Valnalón y empezamos a trabajar. Durante estos años la experiencia ha sido asumida por todos los centros de Educación Especial de Asturias, además por centros de Andalucía, Galicia y Castellón.
Lo curioso del tema es que las personas con las que trabajé me aportaron mas a mí que yo aporté a los centros, eso creo yo. La increible magnitud humana de las personas con las que he trabajado me ha servido para crecer como persona y para apreciar más lo que tenemos en la vida.
Un día, hablando con una de las personas que compartio conmigo sus conocimentos con estos colectivos me comentó que su sueño era subir a Urriellu, a los dos meses después estábamos los dos abrazados en la base de la cara sur, después de haber llegado a su cima. Para mí era una forma de agradecer los momentos compartidos, para el según sus palabras, nunca olvidará ese día de su vida. Yo nunca olvidaré su humanidad.
Anselmo, sí es un Highwayman:
El pasado año, tuve que abandonar el proyecto, otros retos me han sido planteados y me han obligado a dejarlo. Para mí la semana pasada fue un trámite, un lugar en donde ver caras conocidas, mi círculo ya había sido cerrado en la base de la cara sur de Urriellu, con quien tenía que cerrarlo.
El lunes por la tarde un par de sms, hace que me ponga los dientes largos, nada más acabar de currar el martes cojo el coche, pongo a los Prodigy y a saco.
Allí están los amigos, a machete hasta que se oculta el sol, para acabar en plan de risas hay un reto. Termino el día haciendo Lord Byron descalzo, eso sí en top-rope. Anteriormente ya había encadenado ocho largos.
Hace años, Miguel y yo, bajábamos de intentar liberar Te con Tang en Fresnidiello, como en ese momento nos parecía imposible, pues nos fuímos a escalar a Poo. Los dos realizamos Lord Byron, yo con las explicaciones de Miguel la pude realizar en el día, de aquella 8a. Ahora algunos la cotan de 7c+, otros de 7c. Yo me descojono, e igual que yo, hay muchos que también. Yo de mayor quiero ser cantante, pero cantando bien eh?, no ser un bocazas.
Para terminar el día nos fuímos a ver el partido al bar. De derecha a izquierda: Fonso, Fran, Lara, Marco y el que escribe.
Vuelvo para casa, ya de noche, es hora de escuchar algo íntimo:
Hoy suena el despertador a las 6.30. Hay que salir a correr antes de ir a currar. La Frida me mira y se esconde. Salgo a correr solo. Ye lo que hay.
