lunes, septiembre 22, 2008

Escalando en Grazalema





















Ya hemos vuelto de una vueltina de nueve días, empezando por Andalucía, siguiendo por Alicante, Valencia, Castellón, Teruel y terminando en Valdehuesa ayer domingo.


Lo primero que hicimos fue irnos a Grazalema, el ritmo del pueblo mola maza, apalanque idílico, cafés con tostadas de tomate para comenzar el día, pateos por el parque natural y a las tres el muro está a la sombra así que... manos a la obra. Lo mejor, un paño de roca dividido en tres zonas principalmente, la aguja (rutas hasta 8a, continuidad axfisiante en casi todas), el corral ( hasta 7b+, desfase de conti en un muro de furacos impresionante) y la cueva ( hasta 8a+, más conti y conti y conti). Y si se queda corto el número de vías, a 20 km La Muela (ver última foto de la serie de muros). La guía del Munilla está bien, pero no es definitiva ni en grado, ni en información, ya que ni todas las viás que están son las que hay y las que hay en ocasiones no están, vaya raro...
Para información fanática de la zona, el blog : http://www.aprietabicho.blogspot.com/

Y al final del día, en la plaza del pueblo recomiento La Posadilla, en plan vegetariano, es decir, venao, jabalí, callos,... con una relación calidad/precio impresionante, y más al final, a ver el futbol y tomarse unos Miuras en el Círculo de la Amistad o en cualquier otro que el pueblo por oferta hostelera no nos podemos quejar...

Y cuando los brazos no me dieron para más, pues pa Almería a descansar un día a la playita y a tomarse unas cervezas, la imagen, La Isleta del Moro en el Cabo de Gata, a tan solo 5km de Mónsul, aviso bloqueros/as. El bar recomendado, La Ola, tapeo y pescados de calidad.
Por cierto, la crisis afecta a todos los sectores y más al pesquero de bajura porque los bancos de peces están totalmente vacios. Cuando estábamos tomando unas cañas, llegan los pescadores al bar para vender las capturas del día, uno de ellos solo traía una xarda, en el bar hicieron un trueque por comida cocinada (1 tuper), un segundo no trae nada, pide algo de comida para el día y sale de vacío con lágrimas en los ojos...la vida es muy dura y a veces la sensación de libertad que proporciona un trabajo al aire libre, con independencia pero trabajando de sol a sol, es mucho más duro de lo que por lo general creemos. Pescadores, agricultores, ganaderos...y guías de montaña independientes dependen de la meteorología, la luna, y variables externas muy difíciles de controlar que cuando todo va bien es perfecto, pero cuando va mal... no es oro todo lo que reluce. Solo quiero dejar escrito una emoción que me pasó por la cabeza cuando ví a ese hombre de pies a cabeza marchar con lágrimas en sus ojos después de una dura y perdida jornada laboral.